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Migración de libélulas, obsequio a los amantes de la naturaleza
Cuando las vi por primera vez creí que era una invasión de langostas. Demasiado grandes para que fueran abejas migrantes que en ocasiones pasan por mi finca. Al fin mis ojos cegatones diferenciaron que eran libélulas. Miles, cientos de miles. Lamenté la falta de planeación en mis visitas por no tener a mano mi pequeña…