En enero de 2017 fuí visitado grupo de turistas estadounidenses que venían con la idea de mirar la inmensa diversidad de orquídeas nativas y de pájaros que existen en mi finca.  Compartieron 4 días con nosotros tiempo en el cual logramos construir un ambiente jovial y placentero lleno de humor y fraternidad.  El primer día,  después de recorrer  los potreros arborizados más cercanos a la vivienda que han sido colonizados por muchas orquídeas y  haber disfrutado de la deliciosa comida criolla que nos había preparado mi compañera, quise explicar el plan de trabajo para los días siguientes ayudado por un mapa de la finca y mi hijo que ejercía de traductor. Uno de ellos, quien parecía muy emocionado por el proceso de regeneración natural del ambiente que se había construido en la finca, me preguntó sobre las razones que tenía para hacer lo que hacía. La pregunta me tomó por sorpresa y después de unos segundos le contesté que realmente no lo sabía  solo que disfrutaba haciéndolo. La verdad era que nunca había pensado en ello. Empecé a encontrar una respuesta hace poco, cuando Juan -mi hijo quien hace el soporte técnico de este blog-, me sorprendió con la noticia de que estaba realizando un documental con una amiga cineasta sobre los hermanos Barth,  uno de ellos mi abuelo. Su investigación había sido tan dispendiosa y sus preguntas sobre mis recuerdos, que me llevaron a pensar sobre el papel jugado por mi abuelo, en lo que puede llamarse mi filogenetica cultural que explicaría un poco sobre mis modos de vivir y actuar en mi etapa pos-jubilación y como forma de invertir mi tiempo y recursos pensionales al servicio del planeta nuestra patria común.

Como abre bocas del documental que está próximo a circular, ha realizado un trailer que quiero compartir con mis amables lectores:

Para mayor información visitar: http://www.cuatrohermanosalemanes.com

El documental es sin ánimo de lucro y fue gracias a una beca otorgada por el Ministerio de Cultura. Programa nacional de estímulos 2021.